Este libro de firmas se va a Suiza junto con su dueño. Ha sido el encargo de una compañera de trabajo, para poder escribirle una despedida todos los que habían trabajado con él; ya que 30 dedicatorias no iban a caber en una tarjeta.
En la tapa he grabado el nombre de su dueño.
El papel interior es de 130 gr. y de un tacto muy agradable, seguro que será un buen recuerdo.
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