Seguro que cuando veáis las ímágenes reconoceréis enseguida un libro que ha estado presente en vuestras casas desde que érais pequeños.
Aprovechando que mi madre lo tenía un poco viejo, y que yo quiero seguir aprendiendo cosas nuevas sobre encuadernación, decidí restaurarlo.
Como me daba pena tirar las tapas originales, hice con ellas una caja-libro para guardar recetas.
Tanto las portadas como las guardas del libro, fueron escaneadas y restauradas con Photoshop. Un trabajo de chinos, pero mereció la pena porque así el libro conserva las guardas originales.
Os dejo con las fotos.
* ANTES
En su intento por conservar las páginas juntas, mi madre le había puesto precinto adhesivo en el lomo (algo que nunca se debe hacer a un libro).
Portada
Contraportada
Guardas
* DESPUÉS
Para proteger el libro de manchas, le hice también un estuche.
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